BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



miércoles, 12 de marzo de 2014

Dónde hay un niño

                                                                                  Foto: un niño de la calle en Perú.

En mitad de la calle, tirado sobre el asfalto de la ciudad gris, rodeado por la indiferencia de los transeúntes que corren llevando en los brazos las bolsas con las últimas compras en las rebajas, hay un niño.
En el campo de refugiados, polvoriento y atroz, en mitad de un pasillo entre las tiendas de lona que usan como viviendas, sobre el canalillo donde desaguan el estiércol, hay un niño.
Entre las ruinas del pueblo destrozado por la guerra, refugiado bajo el arco de piedra que durante siglos sostuvo la cúpula de una iglesia, temblando de miedo al francotirador que abatió hace un momento a su madre, hay un niño.
En la fábrica de ropa barata, bajo el vaho de los productos químicos, curtiendo los pulmones en el aire irrespirable, sin comida y sin escuela, hay un niño.
En el ordenador del sujeto incalificable que ha abusado de su inocencia y le ha destrozado el futuro, hay un niño.
En el cuarto de los juguetes de la mansión de lujo, rodeado por todos los caprichos pero utilizado como sparring de boxeo para el odio de sus padres, hay un niño.
En el burdel donde trabaja su madre atendiendo a los turistas que se presentan allí para agotar experiencias, hay un niño
En el vientre de la ejecutiva que cometió un error y ahora solo quiere librarse como sea del absurdo embarazo, hay un niño.
En la salita de estar donde un borracho pega una paliza a su esposa, como cada día desde hace ya más de ocho años, hay un niño.
En la unidad de oncología del gran hospital, con la cabecita afeitada y la esperanza en los ojos para iluminar la desesperación de sus padres, hay un niño.
En los titulares de prensa, en las cifras de las tragedias, en las estadísticas de las pérdidas, de las catástrofes, de las promesas incumplidas por los políticos, hay un niño.
En el primer lugar del paraíso, junto a las manos de Dios, hay un niño.

En nuestro corazón, en nuestros insomnios, en nuestras manos, en nuestra voz debería haber un niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario