BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



sábado, 28 de mayo de 2011

TIENEN RAZÓN


Nos hubiera gustado mucho que el movimiento 15-M hubiera sido un botellón. Nos tranquilizaría más que estuviera orquestado por una conspiración política. La actitud violenta hubiera encajado mejor con nuestras predicciones. Pero no ha sido así. Razonadores y pacíficos, los jóvenes nos han obligado a pensar. Nos han ayudado a realizar una verdadera jornada de reflexión antes de votar. Y nos han leído el pensamiento, porque nosotros, los viejos, también estamos indignados. Claro que sí. Nosotros tampoco aguantamos más banalidades ni abusos. Por eso sería una pena que cuando los jóvenes españoles se determinan por fin a actuar en el mundo los etiquetásemos como “antisistema” solamente para sentirnos más seguros.
A la gente joven le damos ya hecho el mapa de la vida. Les decimos que sus coordenadas son fijas y que no llevan a ninguna parte. Sois la generación perdida, los ni-nis, les decimos. Por supuesto, no asumimos ninguna responsabilidad sobre el mundo que les hemos preparado ni sobre la educación que les hemos dado. Pero en la Puerta del Sol y en el resto de las plazas, aunque se han escuchado mensajes muy ingenuos, también se han dicho grandes verdades. Y de repente, el autismo de los partidos políticos - ese partido de ping-pong obsesivo que se juega de espaldas a todo y en mitad de la nada - se ha vuelto algo muy caduco.

Los jóvenes tienen razón. Hay que regenerar la democracia, aliviar la dependencia de los poderes económicos, aumentar la participación ciudadana, acabar con la corrupción. Siento mucho que la reforma de la educación no haya ocupado un lugar eminente en estas protestas, porque es uno de los pilares del futuro.
Es evidente que a estas alturas hay que devolver la normalidad a las plazas pero también es evidente que lo que hemos sentido estas semanas se llama hambre y sed de justicia. Los poderes tienen que escuchar esta voz ciudadana porque las cosas tienen que cambiar. Está pasando algo. Hay esperanza.

viernes, 13 de mayo de 2011

HOY NO.

Podríamos comentar la futura bajada de la paga extra, pero hoy no.
Podríamos hablar del estudio de la OCDE sobre la generación ni-ni,
o sobre los recursos contra las oposiciones a maestros,
o sobre las ocurrencias que hacen a la educación "estrella invitada" de la campaña electoral.
Pero hoy no. Hoy no.
Hoy toca hacer un homenaje emocionado a Ana María Matute, la gran maestra.
Toca agradecer la presencia inolvidable de sus criaturas, reales porque las inventó ella.
Toca visitar su página web:

Y disfrutar con su decálogo para ser escritor:

Decálogo del escritor
Según Matute

El escritor nace, no se hace: es una cuestión de ser o no ser

Escribir es también una forma de protesta. Casi todos los escritores comparten el malestar con el mundo.

Mientras haya un poeta, la poesía existirá.

Maestros, modelos, estudios nunca estorban y pueden ayudar; pero no crean.

Escribir es siempre muy difícil, sobre todo hacerlo de forma aparentemente sencilla.

Lo “políticamente correcto” casi nunca es literario.

Para un escritor, no hay universidad ni escuela que enseñe lo que enseña la vida.

Escribir no es solamente una profesión y una vocación: es una forma de ser y de estar.

Un libro no existe en tanto alguien no lo lea. Y nunca nadie lee el mismo libro.

El día que yo piense que he escrito algo perfecto, estaré muerta (como escritora).

 Gracias de todo corazón por la felicidad que me has proporcionado a lo largo de la vida, querida Ana María Matute, premio Cervantes 2011.