BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



miércoles, 28 de diciembre de 2011

FELIZ


Se llama Xue Shengli  y es un hombre feliz.

Siempre tuvo buenas ideas para los pequeños inventos, pero esta de poner letras occidentales al tradicional juego del mah-jong y que sirva así para aprender inglés es una idea estupenda.

Sin embargo, no es un hombre presuntuoso. Cuando el fotógrafo ha congelado su imagen sonriente formando con las fichas la palabra “feliz”, Shengli no estaba describiéndose a sí mismo. Estaba formando una expresión más generosa: feliz año nuevo, feliz cumpleaños, feliz día… Nos estaba deseando felicidad. Y esa es la clave de su sonrisa.

Hoy nos cuesta mucho reconocer la felicidad. Creemos que significa ausencia de problemas, que lo material nos la puede proporcionar y que se fundamenta en la inteligencia. Buscamos una felicidad contenida en nuestros límites, corta y estrecha, y  no la encontramos, claro está. Por eso algunas veces la confundimos con la euforia, con la indiferencia o con simulacros que se puedan comprar.

Pero la felicidad no nos llega como un premio de la Lotería, no está separada de los dolores del camino humano ni se puede reducir a las medidas escasas de nuestra razón. Está relacionada con los vínculos que poseemos, con las actividades que modifican la vida de los demás aunque sea a pequeña escala, con lo que trasciende lo inmediato y permanece.

Xue Shengli la conoce. Él es feliz como el maestro que enseña, como el vecino que ayuda, el caminante que tiende la mano o la madre que cuida. Es feliz como quien, cuando mira un grupo de individuos, ve una hermandad de personas y se pregunta: ¿Para qué sirvo? Y al minuto de responder ya está allí arremangado, sirviendo.

Porque la felicidad es una cosa muy seria. Estriba en que lo que hacemos y vivimos tenga sentido.
He publicado este artículo en la revista 21RS












sábado, 24 de diciembre de 2011

EL MUNDO EN SUS MANOS

Jessye Norman y Kathleen Battle cantan un clásico espiritual: "He's got the whole world in His hands".

NOCHEBUENA, NAVIDAD. La fiesta de los vínculos con nuestra memoria y con la hermandad de los hombres.

Cuando yo era niña, la noche del 24 de diciembre había tregua en todas las guerras. Porque nacía un Niño. Porque Él tenía el mundo en sus manos.

Ese Niño nace esta noche también. Todos estaremos muy cerca unos de otros, en las mismas manos.

Muy feliz Navidad.

martes, 20 de diciembre de 2011

QUE SEA UNA NAVIDAD FELIZ




Queridos amigos y amigas:

En este video las alumnas y los alumnos del ciclo formativo "Interpretación de la lengua de signos" del Instituto de Enseñanza Secundaria Pío Baroja de Madrid nos felicitan las fiestas.

Quiero compartirlo con vosotros porque me ha emocionado y creo que muestra el profundo valor de la enseñanza pública y qué tipo de actividades están en peligro por los recortes en educación.

De todo corazón, mis mejores deseos para vosotros y vuestras familias en estos días de Navidad y siempre.

Os agradezco muchísimo vuestra compañía en esta sala de profesores.

Con cariño.
Carmen Guaita. Diciembre de 2011





MEDIDAS Y TALLAS DE LA INVESTIDURA


En su discurso de investidura como presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha anunciado una reforma educativa sobre unos pilares que se corresponden con reivindicaciones antiguas y con el discurso de ANPE: la mejora de la educación obligatoria y gratuita hasta los 16 años, el Bachillerato de tres años y la garantía de unas enseñanzas comunes en todo el territorio nacional para dar cohesión y vertebración a la educación. Además ha propuesto un nuevo sistema nacional de acceso a la función docente, enmarcado en el Estatuto del Profesorado.

Desde hace años he defendido en nombre de ANPE la necesidad de ampliar la duración y el rigor del Bachillerato. Es indudable la necesidad de establecer un Bachillerato de tres años como el de la mayoría de los países europeos precisamente por la relevancia de esta etapa educativa. El Bachillerato LOE, que comprime 19 materias en dos años, es manifiestamente insuficiente. Pero necesita una alternativa verdadera: la Formación Profesional, que hay que tomarse a partir de ahora muy en serio. Y por supuesto, hay que esperar a ver cuándo empieza a cursarse y qué pasa con la ESO. La estructura de la enseñanza Secundaria deberá permitir que los alumnos encuentren, según sus aptitudes e intereses, una pasarela flexible hacia el primer curso del Bachillerato de tres años o hacia las enseñanzas profesionales.

Además, la reforma anunciada deberá tener una visión global del sistema educativo para que no se quede en la parcialidad de las anteriores. La enseñanza Primaria deberá aumentar el peso de las materias instrumentales, y contar con suficiente profesorado como para realizar el seguimiento adecuado de los alumnos que presenten dificultades.

Será imprescindible alcanzar un consenso sobre estas cuestiones. A ver si ahora se da la talla del diálogo. Porque salir de esta crisis no es ya solamente una cuestión de medidas sino de tallas: políticas y humanas.

Hay por supuesto grandes motivos de preocupación, por ejemplo, el anuncio de la supresión de la oferta de empleo público salvo en los servicios esenciales. Y aquí hay que exigir que la educación esté considerada como un servicio esencial. Lo es puesto que posibilita la capacitación laboral, profesional y social de los ciudadanos. En una profesión que necesita renovación constante, debe garantizarse la tasa de reposición suficiente para que puedan estar completas las plantillas docentes. Debe haber oferta de empleo público en educación.

Confío en que la importancia que ha otorgado Rajoy a la educación en el debate de investidura se traduzca en acuerdos políticos y sociales, en inversión suficiente y en acciones inmediatas para convertir a la educación en la pieza clave de las políticas sociales en los próximos años.
Ya sé, ya sé que a los optimistas nos cuesta ver el mundo tal como es. Lo vemos tal como debería ser. Pero a lo mejor muchos optimistas juntos conseguimos que lo sea.

viernes, 16 de diciembre de 2011

QUE NO NOS AMARGUE EL TURRÓN AMARGO



Estamos a punto de terminar el trimestre más amargo para la enseñanza pública en la Comunidad de Madrid. Aquel en que nos dimos cuenta de que la enseñanza pública no cuenta  con el apoyo de su patrono, el gobierno madrileño, ni siquiera de palabra.
A la vuelta de la esquina, con el turrón, se nos van a anunciar nuevos y brutales recortes en el número de profesores y en las retribuciones,  que serán dramáticos en Madrid, Baleares, Galicia, Castilla- La Mancha y Valencia. Tal vez las retribuciones generales de los funcionarios resistan la primera oleada de ajustes  pero nadie nos va a librar de la segunda, que predicen para finales del invierno.  Vamos a volver a la “casilla de salida” en cuanto a los avances en condiciones laborales que hemos conseguido por medio de la representación sindical en los últimos años: permisos, sustituciones, licencias, complementos…  Y a  las familias se les venderán hasta la saciedad los beneficios de la enseñanza privada.

¿Y los sindicatos?  Tendremos que conseguir marcar unas líneas rojas que no se puedan traspasar. La palabra básica es PRIORIDADES. Para mí, las mínimas son:

1.     No vamos a consentir recortes en educación ANTES  que en otras partidas que son suntuarias.

2.     Tenemos que lograr que se establezcan las plantillas óptimas de los centros, de manera individualizada. Y blindarlas centro a centro.

3.     Debe mantenerse la oferta de empleo.

4.     Deben mantenerse los programas educativos que persiguen la igualdad de oportunidades y la lucha contra el fracaso escolar.

Me gustaría contar con vuestras propuestas para marcar nuevas líneas rojas. Las espero y os doy las gracias de antemano.

No soy pesimista. A pesar de todo, la enseñanza pública SEGUIRÁ EXISTIENDO. Y tendrá la misma importancia social que siempre. No nos puede caber duda porque tenemos que seguir trabajando con ganas y por el futuro. Me preocupa mucho la desmotivación que empieza a cundir en los centros. Los enemigos de la enseñanza pública cuentan con ella. Ahora que vamos hacia mayor competencia entre los centros educativos, la desmotivación y la apatía podrían derrotarnos desde dentro.
 Habrá futuro y allí estaremos los profesores y las profesoras de la enseñanza pública.  Con el cinturón apretado, como siempre; luchando, como siempre; convencidos y llenos de vocación, como siempre. ¿O es que alguna vez este trabajo nuestro ha sido fácil?

Que no nos amargue el turrón amargo porque tendremos que trabajar mucho, centro a centro, por la supervivencia de la enseñanza pública.


lunes, 12 de diciembre de 2011

QUINO Y LOS VALORES














 Creo que no se puede explicar mejor. Gracias Quino.

ESTOY EN TWITTER

A partir de ahora, además de en este blog voy a participar en twitter. También para pensar sobre la educación, claro.
Mi cuenta de twitter es @CarmenGuaita1.
Gracias de antemano por vuestro interés.

martes, 6 de diciembre de 2011

LLEGARÁ LA NAVIDAD


Miramos de reojo los nubarrones de la crisis económica y cada semana vamos apretando el cinturón un agujerito más.  Estamos planeando ya la compra de turrones, pero este año con más cabeza, las tabletas justas para cada día de fiesta.

 Sin embargo,  seguro que no vamos a resistir la tentación de adornar nuestra casa con el rojo fuego de las poinsetias.  Porque si hay un color para la Navidad, es el de estas hojas como llamas, tropicales en nuestro invierno frío para recordarnos que somos vecinos de un mundo pequeño.

 Y es que, caiga lo que caiga en las Bolsas mundiales, va a llegar la Navidad. Y quién sabe si no será este año más feliz por más austera. De hecho, a lo mejor hasta nos proponemos elegir poinsetias en vez de abetos falsos. No estaría nada mal.

 Va a llegar la Navidad y solo tendrá sentido si mantenemos su carácter de fiesta que celebra los vínculos con los demás y con nuestra propia memoria.

 Va a llegar y la magia del Belén, de los villancicos y de la alegría de los niños serán una vez más para nosotros reservas de felicidad de las que beberemos, como peces en el río, durante el resto del año.

 Va a llegar pero algún día nosotros nos iremos y no volveremos más,  que dice también el villancico. Por eso este año la viviremos conscientes y felices, para que sea recordada así por nuestros hijos.

La Navidad vendrá para llenarnos de alegría y de fuerza, de tanto color como si el Niño naciera en un invernadero de poinsetias.

Feliz Navidad. La deseo con todo mi corazón a los amigos que me acompañan en este blog y a toda la comunidad educativa.

Que el año 2012 sea el de la cordura, el del realismo: el año en que los gobernantes comprendieron que no vamos a ningún sitio sin tratar con mimo a la enseñanza pública.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

ANTE EL OCÉANO


Cuenta Stefan Zweig que los compañeros de Vasco Núñez de Balboa, cuando llegaron por primera vez al océano Pacífico, bebieron de sus aguas para probar si tenían sabor salado.  Nosotros estamos ante un panorama tan nuevo como aquellos descubridores y también tenemos que encontrar las referencias.
Nunca fue más cierto que ahora el aforismo de que educa la tribu entera. Tenemos que convencernos de que la educación implica a todos - familias, escuela, intelectuales, medios de comunicación - porque esta no es una recesión lineal, sino que tiene forma de matrioskas. ¿Recuerdan a esas muñecas rusas? Nosotros nos parecemos hoy a ellas.  Escondemos dentro de la crisis económica, la crisis política; dentro de esta, la social y, en el núcleo, una grave crisis moral.  Para remontar, nos espera un viaje difícil, de sacrificio y esfuerzo, del que no saldremos exactamente iguales que entramos y que debemos llevar a cabo de dentro a afuera.

No podremos atravesar el desierto para llegar de nuevo al aparente oasis del que partimos, con todos sus espejismos. Nuestro destino deberá ser una sociedad más madura y más justa. Donde fuimos atolondrados, nos tocará ser reflexivos; donde fuimos manirrotos, austeros; donde pasivos, participativos; donde individualistas, solidarios. Hemos despertado del sueño de que vivíamos en el mejor de los mundos posibles, y la madrugada será dura pero puede ser liberadora. Para conseguirlo, debemos convertirnos en una sociedad educativa.

Entre los muchos espejismos del pasado se encuentra una actitud que ya es intolerable: la que ha confundido la política con la politización y, entre otros desmanes, ha contaminado a la educación con eslóganes de campaña y la ha arrojado al ring de la confrontación partidista. Es verdad que la educación tiene un componente político muy importante porque configura a la sociedad, pero la nuestra ya está configurada en sus líneas maestras: la Declaración de los Derechos Humanos,  la Constitución...  Vivimos en una democracia y la tarea es mejorarla. Lo que tenemos que decidir es si vamos o no a formar a la gente joven en las competencias que necesitan para ser ciudadanos de pleno derecho. Y después, establecer lo que tiene que hacer cada estamento para conseguirlo, en el ámbito del conocimiento, de la cultura, de la sociabilidad y de los valores. Por eso hacen falta acuerdos.

Y es que las cosas han cambiado tanto que ya no se trata de decidir si la escuela va a resignarse ante la oscuridad del futuro o va a preparar a los alumnos para el futuro “tal como debería ser”, según la cosmovisión particular de cada opción política. A los autores de este tremendo presente, ¿quién nos autoriza a diseñar el futuro? La tarea de la educación de hoy es armar a la gente joven con sentido crítico, valores empoderantes, conocimientos profundos sobre el presente y el pasado, y apertura mental para que ellos mismos, en medio de cambios vertiginosos, puedan diseñar el futuro que quieran. Para que entren sin miedo pero con referencias en el océano y así se atrevan a probarlo, a descubrirlo, a darle nombre.

Estamos a punto de ver por primera vez un océano desconocido e inmenso y lo que nos jugamos aparece ya en los titulares del telediario. Es hora de que nos importe a todos la educación.


viernes, 25 de noviembre de 2011

DESPUÉS DEL “THE END”



Hemos finalizado el interminable periodo electoral y, como en las películas, después del desenlace comienza la vida real.

El Partido Popular, que formará el nuevo Gobierno, está preparando ya importantes reformas estructurales para impulsar la economía y crear más empleo. Pues bien, entre ellas, y en lugar relevante, deberá estar la del sistema educativo. Los nuevos gestores deben convencerse de que no saldremos de la crisis sin incidir también en tareas a medio y largo plazo. La más importante es mejorar la formación de la gente joven, y solamente podrá llegarse a ella con acuerdos entre todos.

Pero no conseguiremos nada mientras se mantengan abiertos los conflictos, como el que sigue creciendo en la Comunidad de Madrid. La postura enquistada del gobierno madrileño, que niega cualquier tipo de diálogo con los representantes del profesorado y mantiene un pulso de desgaste con la enseñanza pública solo puede interpretarse ya como desprecio de los políticos hacia una de sus primeras responsabilidades: el servicio público de la educación. Mientras no haya alguna demostración de inicio del diálogo y actitudes de apoyo al profesorado, serán difícilmente creíbles las buenas intenciones del nuevo gobierno. En estos momentos tan difíciles, cuando tenemos que remar contra corriente, una administración pública no puede permitirse el lujo de despreciar a un colectivo tan importante para la sociedad como es el profesorado. Ahora hacemos falta todos. Y los recortes, para tener algún sentido, deberán afectar a todos, empezando por arriba.
Todos, por cierto, fue la palabra más usada por Mariano Rajoy en la noche de la victoria electoral. Pues bien, todos significa también que a partir de ahora, los docentes deberemos participar en los debates sobre educación .
Es curioso que, en cualquier estudio, el trabajo de campo cobre un protagonismo fundamental, y que a partir de las experiencias obtenidas con él se alcancen conclusiones y se establezcan propuestas. Pues bien, los docentes son quienes realizan el trabajo de campo en educación, quienes saben si funcionan o no las disposiciones teóricas y las normativas. La educación es su vocación, su responsabilidad y su trabajo. A ella le dedican la vida entera. En las reformas que se realicen a partir de ahora habrá que escucharles en primer lugar.
A ver si así somos capaces de devolver al primer plano de la actualidad los asuntos verdaderamente importantes. A  ver si abandonamos la discusión sobre el número de horas que se pueden impartir y establecemos las que se deben, con la calidad de la atención a los alumnos como indicador.

Se tienen que acabar las peleas inducidas entre enseñanza pública y privada, obligatoria y superior, universitaria y profesional, padres y profesores. La crisis es enorme y nos puede echar a todos catarata abajo mientras discutimos quién se queda con las provisiones del barquito. Ha llegado la hora de la colaboración. Los docentes no quieren ver a la educación convertida en pelota de ese partido de ping-pong autista que ha sido la política hasta hoy. No quieren que se la use como acaparadora de titulares en la campaña electoral para luego ignorarla a la hora de gobernar. No quieren ser trending topics ni vídeos de You Tube sino columna vertebral de la sociedad a la que sirven.  Y me parece que la propia sociedad comparte estos deseos.

Es hora de que los escuchen los gobernantes que hemos elegido para gestionar nuestro presente y garantizar nuestro futuro.


sábado, 19 de noviembre de 2011

MEJORAS QUE NO CUESTAN DINERO

                                               Maestro y discípulo en los frisos del Partenón.

Nos esperan a partir de ahora muchos cambios estructurales. Pero en este panorama de ajustes económicos, cuando parece que solamente importa resolver la crisis presente, es importante comprender qué significa para nuestro país la educación que imparte la enseñanza pública.

En España hay 18.863 centros públicos que llegan a todos los rincones de la geografía y a todos los alumnos sin discriminación alguna,  a los que están llegando cada vez más alumnos porque el impacto de la crisis en las economías familiares disminuye la matrícula de los colegios privados. Así que, si la enseñanza pública va a preparar para el futuro a un número cada vez mayor de ciudadanos, la calidad de la educación que imparta y el profesorado que la lleve a efecto, deberán contar con un protagonismo central en la gestión política. Por eso es imperativo preservar al máximo de los recortes a esta red de enseñanza e incluso blindar su financiación por ley.
Pero además es posible realizar mejoras sustanciales sin desembolso económico. Propongo algunas que no precisan más que voluntad política para ser llevadas a efecto, y que mejorarían sustancialmente la calidad de la enseñanza pública y las condiciones de los docentes. Algunas de ellas son:

1.      TERMINAR CON LA BUROCRACIA.
No cuesta dinero reducir al mínimo indispensable la elaboración de informes, planes, programaciones y otros documentos. El exceso de burocracia asfixia cualquier innovación en los centros educativos y muestra la desconfianza del sistema tanto en la capacidad de los centros para gestionar su autonomía como en la profesionalidad y creatividad de los docentes.

2.      DESARROLLAR LA AUTORIDAD DEL DOCENTE
No cuesta dinero establecer por ley la consideración de autoridad pública para todo el profesorado. Las comunidades autónomas están llevando a cabo este proceso de manera imparable pero todavía falta la gran consideración a nivel de Estado que solamente el Gobierno central puede impulsar.

La autoridad del docente, cuando se entiende en su verdadera dimensión, mejora la convivencia en los centros y ejerce un efecto preventivo sobre la conflictividad. Además, envía un mensaje incuestionable: el profesor lleva a cabo una labor que la sociedad protege. Nadie puede interrumpirla de manera violenta sin atenerse a las consecuencias. La consideración de autoridad del docente a nivel de Estado nos convertiría en una sociedad con menos complejos, con las ideas más claras, más madura.


3.      POTENCIAR LA AUTONOMÍA DE LOS CENTROS
No cuesta dinero potenciar la autonomía organizativa y pedagógica de los centros educativos, permitirles flexibilizar sus horarios y adaptar en parte sus currículos, establecer su régimen de transportes, distribuir su presupuesto con la oportuna rendición de cuentas, y permitir una estabilidad mínima para sus plantillas. No cuesta más dinero del que ya se gasta permitir que la formación sea específica para las necesidades de los centros y potenciarla para los equipos directivos.


4.      APOYAR ESPECÍFICAMENTE AL PROFESORADO.
No cuesta dinero que los responsables políticos apoyen al profesorado, valoren su trabajo   y   le   muestren respeto. Las declaraciones despectivas que han acompañado a los recortes en algunos territorios han hecho retroceder una década los esfuerzos para aumentar el prestigio de la profesión docente. En un país que está dispuesto a creerse a las primeras de cambio cualquier crítica al profesorado, los políticos no pueden desacreditar a una profesión esencial.

No cuesta dinero poner en marcha medidas que solamente necesitan un poco de sentido común: crear el modelo de plantillas mínimas en los centros, delimitar mejor las especialidades, facilitar los traslados y permutas, difundir el código deontológico de la docencia, establecer el número de horas que se deben impartir y no solamente las que se pueden...

Y por supuesto, no cuesta dinero abrir la mesa de negociación para tratar el Estatuto Docente que defina y enmarque la carrera profesional desde el acceso hasta la jubilación.


5.      TRABAJAR POR UNA SOCIEDAD EDUCATIVA.
No cuesta dinero, más bien puede ahorrarlo, racionalizar el horario de los padres, concienciarnos de la importancia de volver a ser una sociedad educativa, exigir la responsabilidad de los medios audiovisuales sobre la relación entre sus contenidos y su horario, facilitar el acceso de los jóvenes a las posibilidades de ocio más saludable: los polideportivos, las instalaciones de los propios centros, cumplir las leyes que ya tenemos sobre el acceso de los menores al alcohol y las drogas…


Vamos a ver lo que pasa a partir de ahora. Pero los nuevos gobernantes deben tener claro desde el principio que o la educación está en el centro de las políticas o no estaremos en ninguna parte.

viernes, 11 de noviembre de 2011

VAMOS A HABLAR DE LA BUROCRACIA

La Programación General Anual, el Plan de Acción Tutorial, la ficha individualizada de cada alumno y la ficha general de cada grupo por aula, la programación de actividades de acogimiento, la programación anual de aula, la documentación trimestral para la entrevista general con familias y para la entrevista personal con cada familia, las actas de las reuniones de ciclo y de la Comisión de Coordinación Pedagógica, las fichas de evaluación individual y global, el Informe de evaluación trimestral individual y global, el Informe de evaluación anual individual y global, la  ficha personalizada de alumnos con refuerzo educativo, las medidas, pautas, seguimiento y control de las entrevistas con padres, la ficha personalizada de alumnos con adaptación curricular significativa y no significativa, la documentación individualizada demandada por los equipos de Orientación y Equipos de Atención temprana, la programación previa y la justificación de las actividades extraescolares, el acta de cada reunión con los equipos de orientación y de atención temprana, reuniones del Consejo escolar, revisión, aportación de documentos e informes de los miembros de la comunidad escolar, la Memoria Final de curso por tutoría, ciclo y comisión pedagógica, la evaluación de centro, el Plan de Acción Tutorial…
Se me acaba el espacio, me quedan todavía dieciocho documentos más por nombrar y no he llegado a la Secundaria, así que voy a resumir este caos en una sola frase: ¡Hasta aquí hemos llegado!
Nadie ha demostrado la utilidad de esta avalancha burocrática para mejorar la calidad del trabajo docente. Por el contrario, conozco muchísimos centros ahogados por el intervencionismo administrativo, y a miles de profesores desbordados que, para cumplimentar informes, restan tiempo a la atención a sus alumnos y a la preparación real de sus clases. Agentes de una de las profesiones más creativas, están obligados a ceñirse a programaciones cerradas y no tienen apenas espacio para la imaginación.

Sin embargo, la autonomía, la creatividad, la flexibilidad, la adaptación a las circunstancias concretas de los alumnos y a las posibilidades de innovar que ofrece la actualidad cotidiana son grandes valores de la docencia. Cuando se pueden llevar a la práctica, aumenta la motivación porque la posibilidad de desarrollar la vocación mejora la aptitud. Y lo que transforma a un centro en innovador y activo no es una tonelada de documentos sino la suma del esfuerzo, la creatividad y el tiempo de las personas que lo constituyen.

En realidad, esta ingente cantidad de papeleo obedece a una tendencia que ha ido en aumento: la del control administrativo de la docencia hasta en sus pormenores más ínfimos. Todo lo que se hace en el aula debe estar controlado, supervisado, registrado, no como garantía de calidad de las prácticas educativas sino como una demostración de fuerza de la propia administración. Tal vez se hace presente de esta manera para justificar su ausencia cuando hay que sustituir bajas, completar plantillas o dotar de recursos.

Una de nuestras grandes paradojas es la difícil interacción entre el marco general de la política educativa,  tan disperso, y el marco cercano de la labor docente, tan intervencionista. La burocracia no es más que la desconfianza del sistema en la capacidad de los centros para gestionar su autonomía pedagógica y organizativa, sujeta, evidentemente, a la rendición de cuentas. Es también la desconfianza en el valor de cada docente en concreto, en su profesionalidad, en su creatividad y en su entrega. Por supuesto, existe una tercera clase de desconfianza, esta vez por parte de los propios claustros: la de que alguien esté interesado realmente en esos documentos, los valore y los lea.
Mejorar la calidad del sistema educativo implica, entre otras muchas cosas, reducir al mínimo indispensable la elaboración de informes, planes, programaciones y otros documentos y primar la dedicación específica a la docencia. Se trata de hacer,  y no  de perder horas y horas en escribir lo que se puede hacer o no.

Puede discutirse si disminuir el número de tareas burocráticas de los profesores va a mejorar el rendimiento académico de los alumnos, pero lo indiscutible es que vamos a atenderles más y mejor, vamos a poder dedicarnos más específicamente a quienes lo necesiten y vamos a desarrollar mejor nuestras propias potencialidades como creativos del conocimiento. 

Estoy segura de que una de las soluciones para nuestros problemas es potenciar tanto la imaginación como el rigor de los profesores. Me gustó escuchar, en la conferencia inaugural del Congreso Educared, al gran Ferrán Adriá afirmando que la solución a la falta de recursos es la creatividad y exponiendo para ella esta receta: pasión por lo que se hace, riesgo, afán por compartir, tiempo y libertad. 

Los docentes ya ponemos la pasión, las ganas de compartir y el riesgo. Necesitamos que nos concedan un poco más de tiempo y libertad. 

Por cierto, disminuir esta cantidad de papeles no cuesta dinero. 

Por favor, vamos a hablar de la burocracia.


lunes, 31 de octubre de 2011

TODO EMPIEZA CON UN BUEN MAESTRO

Para compensar tanta crispación, un video elaborado por el gobierno de Suecia. Forma parte de una campaña que se llama "Todo empieza con un buen maestro".




Aquí también nos terminaremos enterando.

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿DEFENDER ES ATACAR? ¿PROTEGER ES OFENDER?


Este blog no pretende hablar directamente de política, aunque a veces sea inevitable mencionarla cuando se trata de educación. Pero a lo mejor esto de lo que voy a hablar ahora no es política. Sencillamente es una manipulación y adulteración a la que, por mala suerte, mencionamos con la misma palabra.

Este video de campaña electoral - que se titula, aunque parezca increíble, "Niño rico, niña pobre"-  pretende, creo, atacar a la escuela privada y defender a la pública. Ya con esa premisa empezamos mal, porque aquí no se trata de atacar para defender, sino de defender a la enseñanza pública por convicción y con argumentos.

En realidad, lo que hace  este video es ofender a la escuela pública, que queda reducida a destino de quienes no pueden optar a nada mejor. Y así no se defiende la calidad de la enseñanza pública, así no se demuestra que es verdaderamente para todos, así no se menciona cómo trabajan sus profesores, cuántas familias optan por ella libremente y no solo porque no puedan conseguir nada mejor.

Los "cerebros" que hayan escogido esta campaña como defensa de la enseñanza pública no tienen ganas de defenderla, no la protegen. Solamente tienen ganas de atacar, de ofender. Sólo les interesa contraponer las redes pública y privada; en realidad la educación les importa un bledo.

A mí me parece que la mayoría de los profesores de la enseñanza pública:

NO queremos atacar a la privada, allá cada familia con su libertad. Queremos proteger el sistema público como el que vale para todos. Queremos que la verdadera libertad de elección esté marcada por opciones personales y no por diferencias de calidad entre los centros.

NO queremos ver a la educación convertida en pelota de ese partido de ping-pong autista en el que están metidos los políticos.

NO queremos que se la use como acaparadora de titulares en la campaña electoral para luego ignorarla a la hora de gobernar.

NO queremos ser videos de you tube sino latidos del corazón de la sociedad.

A ver si se enteran.

Me imagino que el otro color contestará ahora. Esto empieza a ser tristísimo.

lunes, 24 de octubre de 2011

22-0 UNA GRAN MANIFESTACIÓN


Quisiera dar las gracias a todos y cada uno de los que el pasado sábado se unieron a la gran manifestación a favor de la enseñanza pública.
Gracias a Pastora Vega, lectora del manifiesto, por su generosidad y por su paciencia. Estuvo maravillosa.
Gracias a quienes han contado la noticia con veracidad. Me han asombrado esos medios de comunicación de pensamiento plano que han criticado a Pastora por defender la enseñanza pública y no decir a qué centro lleva ella a su hijo. Pastora Vega – o Mariano Rajoy- pueden llevar a sus hijos al colegio que les parezca más oportuno, faltaría más, y eso no les impide defender que la educación de calidad llegue a todos los ciudadanos.
Este es el manifiesto. Sé que habrá a quien le suene de algo. Sí, he tenido el honor de escribirlo yo.

MANIFIESTO PARA EL 22 DE OCTUBRE DE 2011 EN DEFENSA DE LA  EDUCACIÓN PÚBLICA

Somos decenas de miles de personas y nos sentimos apoyados por muchos millones. 
Estamos unidos porque amamos y defendemos la educación pública.
La enseñanza pública llega a cada uno de los rincones de nuestro país desde la isla más pequeña al pueblo más aislado en las montañas, desde el centro de las ciudades a los barrios más lejanos.

Acoge a todo el alumnado, sin discriminación, sin selección previa, sin prejuicios, y con el compromiso de proporcionarles una educación de calidad y de apertura de horizontes.
Está impartida por un profesorado bien preparado, vocacional y experto; un profesorado que merece todo el reconocimiento y apoyo a su trabajo.
 Es la elegida por la inmensa mayoría de las familias de nuestro país; en ella se escolariza a la mayor parte de la población y está en auge. Por ello los responsables políticos están obligados a garantizar su calidad y permanencia.
La enseñanza pública es un compromiso de todos, porque la financiamos entre todos, sabiendo que así garantizamos la igualdad de oportunidades de todos los niños y niñas.
La enseñanza pública ha constituido, a lo largo del tiempo, la garantía de una educación de calidad, y hoy es una pieza clave de nuestro contrato social, porque es la que mejor garantiza el derecho constitucional a la educación.
Sin embargo, los gobiernos están haciendo pagar a la enseñanza una crisis que ella no ha causado. En estos momentos está amenazada por los recortes que se están aplicando a las inversiones en educación, que implican el despido de un buen número de docentes, la reducción de los programas y una disminución de la calidad y equidad de la enseñanza que recibe el alumnado.
Por todo lo anterior, la comunidad educativa ha adoptado una respuesta conjunta, en unión con la sociedad en la que nos hallamos. Porque la enseñanza pública es la única que garantiza la igualdad de oportunidades, la cohesión social, la superación de las desigualdades de origen, la vertebración de toda la sociedad en un objetivo común y el progreso individual y social de todos, no de unos pocos.
Como sociedad que es responsable de su futuro, no podemos tolerarlo. Por eso:
  • Debemos situar a la educación pública en el eje de las prioridades políticas, sociales, ciudadanas y familiares.
  • Debemos reconocer que sólo ella puede hacer efectiva la igualdad de oportunidades, convertirse en herramienta de progreso y ofrecer perspectivas a toda la gente joven sin exclusión.
  • Debemos aumentar su prestigio y respaldar a su profesorado con nuestro apoyo y confianza. Cuando algunos políticos desacreditan a los docentes de la enseñanza
    pública, se descalifican a sí mismos. Por eso exigimos que se valore públicamente la importancia de la educación y de todos los trabajadores y trabajadoras del
    ámbito educativo, con hechos, con palabras y actitudes.
  • Debemos financiarla adecuadamente y protegerla de los recortes presupuestarios y de las consecuencias de la mala gestión de la crisis económica. Por eso exigimos que se
    retire inmediatamente el castigo a la educación pública y, en vez de decapitar programas y reducir plantillas, se busquen fórmulas para aumentar la inversión
    y se recorten los enormes gastos suntuarios de las administraciones públicas.
 Estamos luchando por la supervivencia, por el auge y el sentido de la educación pública. Nuestras armas son la voluntad de vivirla y el afán de trabajar por ella. Y esta es nuestra voz, muy alta para que todos la oigan:

Si hay alguna tarea que desempeñar, es la educación.
Si hay algún camino que recorrer, es la educación.
Si hay alguna herencia que ofrecer, es la educación.
Si hay alguna riqueza que explorar, es la educación.
Si hay alguna manera de cambiar las cosas, es con la educación.
Si hay algún sueño que dure siempre,

si hay algún camino para la libertad y la justicia, es el de la educación.

Porque la educación salta barreras,

une fronteras, descubre tesoros y proyecta esperanzas. Nos construye, nos
enriquece y nos da libertad para mejorar el mundo.

La educación cambia la vida.
La educación es el futuro.
Y la educación pública garantiza ese futuro. Para todas las personas, sin diferencias.

sábado, 15 de octubre de 2011

VEN CONMIGO EL SÁBADO 22. TODOS A LA MANIFESTACIÓN POR LA ENSEÑANZA PÚBLICA.



Sábado 22 de octubre a las 12 horas, desde la Glorieta de Atocha en Madrid.
 Manifestación por la defensa de la enseñanza pública y contra los recortes en Educación.

Reclamamos a los gobiernos autonómicos y estatal el fin de los recortes que se están realizando.
Con el argumento de la crisis económica se están aplicando todo tipo de recortes en los servicios públicos y, especialmente, en educación. Los gobiernos autonómicos, con la finalidad de paliar sus déficits presupuestarios, están reduciendo la protección social y los derechos sociales que tantos años nos han costado conseguir.
Estas políticas restrictivas en gasto educativo buscan el deterioro del derecho fundamental de formarse a lo largo de toda la vida que sólo garantiza la Educación Pública. Los recortes que se están produciendo en estos momentos, en algunas comunidades autónomas, mermarán la equidad y la calidad de la educación.
Ahora más que nunca la lucha contra el fracaso y el abandono escolar debe ser el objetivo prioritario. Sin inversión en educación no habrá avance posible. De lo contrario la calidad de la educación sufrirá un gravísimo deterioro, y por ende, el futuro de nuestra sociedad.
Por todo ello, los sindicatos ANPE, CCOO, STES, CSI-CSIF y FETE-UGT convocan una gran manifestación en Madrid por la defensa de la enseñanza pública y contra los recortes. Partirá a las 12 horas de la Glorieta de Atocha hasta la Plaza de Jacinto Benavente. Están invitadas todas las comunidades autónomas.
Si lo deseas, puedes suscribir esta carta, promovida como acción conjunta entre las organizaciones.

Yo estaré allí. Ojalá puedas acudir tú también.
Por favor, difúndelo. Nos estamos jugando mucho.

lunes, 10 de octubre de 2011

CRONOS Y KAIRÓS DEL INICIO DE CURSO


Escribir en España es llorar, todavía hoy querido Larra. Escribir sobre educación, quiero decir.
Los políticos siempre niegan la realidad ante los micrófonos pero se recorta hoy como había crisis económica ayer. Se decapitan programas, disminuyen las plantillas de los centros y se está echando a la calle a miles de interinos que pierden a la vez el puesto de trabajo precario y la posible estabilidad de la oferta de empleo público. Son profesores preparados, que quieren dar clase, a los que el propio sistema incluyó proporcionándoles derechos y a los que ahora expulsa.

El caso es que las políticas educativas son de papel mientras los profesores no se hagan cargo de ellas, por eso las declaraciones despectivas que han acompañado a los recortes en la Comunidad de Madrid han humillado tanto a los claustros. Como dice un viejo proverbio alemán: pedí trabajadores, pero me mandaron personas.

No es solamente que hayan comparado a la enseñanza pública con la privada empleando argumentos que perjudican por igual a ambas redes; es que han querido enfrentar a la sociedad con el profesorado. Y eso es una grave irresponsabilidad. Abrir esta caja de Pandora nos puede costar muy caro a todos. Si no tengo motivos para confiar en la profesora con la que mis hijos conviven a diario, ¿por qué habría de tenerla en los desconocidos que componen una lista electoral? La educación es una relación personal que se basa fundamentalmente en la confianza. Igual que la política en una democracia.

En nuestro país hay 18.863 centros públicos y 8.532 centros privados. La mayoría absoluta de las familias españolas escolariza a sus hijos en la red pública de enseñanza, que no es alegremente gratuita sino que está pagada por todos los ciudadanos en la confianza - una vez más - de que así aseguramos la igualdad de oportunidades para nuestros hijos y para los de todos. No es incompatible con la red concertada ni con la privada – cuyos profesores comparten con nosotros muchos problemas de recursos, de masificación y de convivencia - pero es la más importante, la nuclear.  La enseñanza pública es una  pieza clave de nuestro contrato social. Quien aspire a gobernar a partir del 21 de noviembre tiene que defenderla. Desde ahora mismo.

Sin embargo, no deberíamos quedarnos solamente en este momento visto como cronos: la agónica sucesión de días y horas del curso que comienza en precario, la presión mediática segundo a segundo, las réplicas y contrarréplicas, las grandes protestas… Este tiempo convulso es también kairós, una oportunidad.

Lenta pero inexorablemente, la matrícula de los colegios privados disminuye por el impacto de la crisis en las economías familiares. Se empieza a notar ya el aumento de alumnos que están llegando a la pública, sobre todo en Infantil y en Bachillerato.  Es el momento de atraer a las familias a los centros públicos y convencerlas de que en ellos hay calidad, convivencia, resultados y profesores excelentes, los mejores de todos.

Un amigo me ha contado que hablaban en su instituto sobre la idea de colgar en la fachada una gran pancarta con las pérdidas. A mí me parece buen momento para colgar una pancarta con los proyectos. Se trata de encontrar el equilibrio entre la denuncia incansable de nuestros problemas y la defensa en voz alta de nuestra calidad. Centro a centro, tenemos que publicitar los logros, los resultados, los progresos, las iniciativas, las mejoras y no solamente las dificultades.

Estamos luchando por la supervivencia, por el auge y el sentido de la enseñanza pública. Nuestras armas son la voluntad de vivirla y de trabajar por ella. Y nuestro momento es, paradójicamente, la crisis económica.
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Este es el último artículo que he publicado en Escuela. Espero que os guste.

miércoles, 5 de octubre de 2011

MI MANIFIESTO POR LA EDUCACIÓN



Hoy, 5 de octubre, Día Mundial de los Docentes quiero colgar aquí mi propio Manifiesto por la Educación.


Vivimos un tiempo de cambio en los paradigmas históricos y económicos, abierto a un futuro lleno de interrogantes. En este momento crucial ha llegado, sin duda, la hora de la educación. Debemos situarla en el eje de las prioridades políticas, sociales, ciudadanas y familiares, porque sólo ella puede hacer efectiva la igualdad de oportunidades, convertirse en herramienta de progreso y ofrecer perspectivas a la gente joven.

 Si queremos un mañana mejor, tenemos cosas importantes que hacer hoy: mejorar la calidad de la enseñanza en los centros escolares, valorar la tarea de los docentes, y facilitar a las familias su papel clave en la educación de los niños y jóvenes.  Del esfuerzo de todos dependerá finalmente la mejora de la competitividad, la cohesión social y el bienestar de nuestro país. Porque tomar la educación muy en serio es una responsabilidad para los políticos, los agentes sociales y los expertos, pero también es un reto para cada uno de nosotros, para todos.

 Ha llegado el momento. No hay tiempo que perder.

Si hay alguna tarea que desempeñar, es la educación.

Si hay algún camino que recorrer, es la educación.

Si hay alguna herencia que ofrecer, es la educación.

Si hay alguna riqueza que explorar, es la educación.

Si hay alguna manera de cambiar las cosas, es con la educación.

Si hay algún sueño que dure siempre, si hay algún camino para la libertad y la justicia, es el de la educación.

Porque la educación salta barreras, une fronteras, descubre tesoros y proyecta esperanzas. Nos construye, nos enriquece y nos da libertad para mejorar el mundo.

La educación cambia la vida y anuncia el futuro.

La educación es el futuro.