BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



lunes, 26 de noviembre de 2018

Maquillaje






Desde hace tiempo circula por Youtube un vídeo cuyo objetivo es prevenir el alcoholismo juvenil. En él, una chica muy joven enseña cómo maquillarse cuando estás borracha. El resumen del vídeo es que tal esfuerzo no conduce a nada porque la imagen está estropeada desde antes de empezar. Aunque no tiene nada que ver, lo he recordado al leer la noticia de una nueva reforma educativa sin consenso. Tal vez porque de nuevo estaría todo estropeado antes de empezar.

Antes o después tendremos en la calle la sexta reforma educativa en 40 años. Estará, como todas, llena de ocurrencias. Aún recuerdo que los estándares de aprendizaje - nunca he sabido en qué son diferentes a los criterios de evaluación- se incluyeron en la Ley Wert porque sus autores eran paleontólogos y consideraron necesario trasladar a la enseñanza obligatoria sus métodos de control. 

Por supuesto, "la nueva ley" contendrá aciertos diluidos en el presentismo de la actuación política; y esa misma politización producirá errores de bulto, como siempre. Pero si los políticos no pactan unos mínimos de acuerdo, llegará a las escuelas tan desarreglada como la muchacha del vídeo. Los profesores sabremos que "la nueva ley" será temporal, no nos la creeremos.

Si de verdad se persigue una mejora de la calidad educativa hay que partir de un consenso. Cuesta pensar que de nuevo vamos a reformar el sistema educativo bajo la premisa de que será modificado en la próxima legislatura.

La falta de pacto en educación es como un ajedrez triste. Nuestros alumnos son las piezas.

martes, 20 de noviembre de 2018

España








Hace una semana visité con mis alumnos, que estudian cuarto de primaria y tienen nueve años, la azotea del Palacio de Comunicaciones de la plaza de Cibeles, hoy ayuntamiento de Madrid. A nuestros pies se extendía lo mejor que tiene la ciudad: el parque del Retiro completo, los palacios de la calle de Alcalá y del Paseo del Prado, el mágico círculo de la diosa Cibeles contemplada a vista de pájaro, maravillosos árboles y una gigantesca bandera cuyo tamaño impresiona más desde esa perspectiva. Y de repente, un chiquillo que acaba de llegar de Venezuela me tiró de la manga y me dijo:

-Profe, qué preciosa es España.

Me emocioné, claro. 

Luego pensé cuántos españoles diríamos esta frase así, en voz alta, sin temor a ser considerados de un color o de otro. Pensé cuántos países habrá en el mundo que se avergüencen del nombre y la belleza de su patria y la escondan bajo expresiones neutras como “este país”. Y creo que en todo el mundo debemos de ser solo nosotros, los españoles, con nuestros inexplicables complejos. Ya nos llevan durando demasiados siglos.

Qué preciosa es España, tienes razón querido alumno. Ojalá sea acogedora para ti, recién llegado, y para todos los que vivimos en ella. Ojalá, algún día, todos seamos capaces de reconocer y de cuidar su belleza.