BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



miércoles, 17 de agosto de 2011

CARTA DE UNA DESCONOCIDA


En estos días he tenido la oportunidad de volver a ver un viejo clásico del cine, la película de 1948 "Carta de una desconocida", que se basa en la novela homónima de Stefan Zweig y está dirigida por Max Opuls y protagonizada por Joan Fontaine y Louis Jourdan.

La película narra una historia de amor en la Viena de principios del siglo XX, recreando minuciosamente un espacio y un tiempo que ya han desaparecido: coches de caballos, fracs y crinolinas, comunicación a través de cartas manuscritas, valses para bailar  y hasta un parque de atracciones donde se puede hacer un viaje por Suiza en un vagón de tren inmóvil a través de cuyas ventanas se ven dibujos y  postales. Todo está  pasado de moda menos algo importantísimo: el propio argumento de la película. Porque la desconocida del título es una mujer enamorada hasta la  obsesión de un hombre inmaduro, que no le presta atención, la colecciona entre otras mil mujeres y la maltrata psicológicamente de manera brutal. En una escena impresionante, él ni siquiera recuerda su nombre pero vuelve para decirle que la necesita cuando ella ya ha rehecho a duras penas su vida.   Esta mujer vuelve a abandonarlo todo y en ese ciclo de ilusiones y desengaños va perdiendo la juventud, la dignidad, la vida de su hijo y su propia vida.

Me ha impresionado mucho la actualidad de esta historia. Me preocupa cómo podemos seguir considerando que esto es el amor - una historia de amor, acabo de decir yo misma diez líneas más arriba.-. No sé si es una cuestión de la educación que recibimos, de los mensajes que se nos envían desde la publicidad y la televisión, de las expectativas sociales sobre lo que una mujer es y lo que tiene que tolerar, pero no nos podemos olvidar del gran desafío que sigue teniendo las sociedad mientras las conquistas sociales sigan siendo solamente en apariencia.

No estaría mal ver esta película con las hijas adolescentes, a las que se etiqueta con esa frase tremenda de "a las chicas les gustan los malotes".  Estamos obligadas a enseñar a la generación joven qué es y qué no es el amor. Carta de una desconocida tendría que empezar a ser una película intolerable.

domingo, 14 de agosto de 2011

LÓGICA POLÍTICA

Hojeando revistas de hace tiempo encuentro una de abril de 2009 que contiene una larga entrevista con la ministra de Ciencia e Innovación doña Cristina Garmendia. El títular reproduce a toda página unas declaraciones de la ministra que dicen así: "Si nos alegra que nuestros actores y deportistas triunfen fuera, por qué no cuando se trata de científicos".
Abro el blog para comentar la frase pero la implacable lógica política me lo impide.
No puedo escribir nada más.

jueves, 11 de agosto de 2011

GIGANTES Y PIGMEOS




Los analistas de los sucesos violentos que están conmocionando Gran Bretaña coinciden en que la primera causa parece ser el fracaso de la educación. El propio primer ministro James Cameron ha declarado que “una parte de la sociedad está enferma. Hay una falta de responsabilidad, una falta de educación familiar adecuada, una falta de formación, una falta de ética”. De nuevo se pone la pelota sobre el tejado de las familias y los docentes, pero no es tan fácil. Como dice acertadamente José Antonio Marina,  lo que está sucediendo no soporta las simplificaciones. El fracaso de la educación es de la sociedad entera, ahogada en la falta de ética. De hecho, uno de los jóvenes británicos ha contestado a Cameron: “Todos escuchamos que la policía acepta sobornos, que los políticos defraudan miles de libras y derrochan el dinero, que los gastos sociales se reducen para salvar a los bancos. Ese es el ejemplo que tenemos”. Si las normas sociales no están respaldadas por un compromiso ético de quienes las promulgan, no puede haber respeto por ellas; solamente temor o – como estamos viendo estos días- desprecio.

Es el tiempo de la ética para todos. De ella han hablado en España nuestros jóvenes indignados, que están en una longitud de onda muy diferente a la de esos chicos ingleses; de ella hablan en Chile los miles de estudiantes que piden una reforma educativa. La ética es la verdadera revolución pendiente y será la única salida posible de la crisis.

En estos días se cumple el centenario del nacimiento de Mario Moreno, Cantinflas. Sus viejas películas contienen mensajes profundamente educativos. Le cito: “Estamos en una era en la que el hombre, científica y tecnológicamente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo”.

domingo, 7 de agosto de 2011

POLÍTICAMENTE INCORRECTA


Parece claro que esta crisis económica es más profunda que las anteriores. Todavía no somos capaces de prever qué consecuencias tendrá para la economía, para la sociedad, para la generación más joven, para el futuro de todos. La estamos observando con miedo - y creo que eso es lo que quieren los mandamases - pero también con un poco de esperanza. No va a ser fácil mantener el statu quo del poder tal como lo hemos conocido hasta ahora. Muchas cosas tienen que cambiar.

En medio de este vaivén de la historia, también la educación está sufriendo una grave crisis. Puede ser cierto que, como dice uno de los comentaristas de este blog, las reformas “legales” vayan descaminadas. Acabo de leer una entrevista al experto Richard Gerver en la que habla de reformar completamente el sistema para profundizar en las habilidades y no en los conocimientos de los alumnos, pero él tampoco explica cómo se hace eso y para qué serviría.

De momento, podríamos empezar a ver la relación entre educación y sociedad como un todo, apelar a las familias y su responsabilidad educativa porque los docentes no pueden transmitir, desde el currículo académico, valores que pertenecen al marco familiar.  Ojo, que no hablo de suprimir las tutorías. La acción tutorial tiene un ámbito importantísimo y determinado, pero propio de la relación profesor- alumno.

También podríamos empezar a relacionar el fracaso escolar con el botellón de fin de semana y el ocio relacionado con el consumo. Es incongruente que las estadísticas del ocio de los jóvenes vayan por un lado y las de la escuela por otro. O a lo mejor es, sencillamente, muy cómodo.
Debemos encontrar un para qué al esfuerzo de los alumnos y no es fácil en estos tiempos. El problema es que tenemos que ejercer también la autocrítica. Los sindicatos por supuesto, y muy dura. Pero, ¿y los profesores? Mi interlocutor del blog dice que la nueva distribución del 4º curso de ESO aumentará los conflictos en los claustros. Es verdad, desde el momento en que se sacan de la manga otra vez asignaturas de temporada, como la iniciativa emprendedora y cosas de esas, pero todos sabemos que hay otras causas para estos conflictos. Y ahora viene la pregunta menos correcta de todas: ¿Estamos perdiendo también algunos profesores nuestro para qué?