El ministro de Educación, a quien respeto y aprecio, abogaba hace apenas una semana - en la celebración del cincuenta aniversario de la editorial Santillana - por recuperar el valor del estudio. Se nos ha desmoronado el sueño del "esfuerzo colectivo" y tenemos que resucitar a toda prisa la certeza de que solamente existe el esfuerzo individual, porque cualquier avance colectivo es la suma de los esfuerzos individuales.
Sin embargo, el gobierno demuestra una vez más que no está dispuesto a hacer esfuerzos de ningún tipo para mejorar la educación. El borrador de los presupuestos generales del Estado disminuye el gasto destinado a política educativa entre un 8 y un 24%. Esta disminución afectará al desarrollo de todos los programas de apoyo, refuerzo y recuperación de los alumnos, mientras las cifras de fracaso y abandono escolar se mantienen como las más altas de Europa. Además paralizará el impulso a la formación profesional que debería ser una enseñanza de interés prioritario, disminuirá los programas de aprendizaje de lenguas extranjeras, reducirá el número de profesores, pese al aumento el número de alumnos matriculados, y anulará todos los programas de formación permanente del profesorado y las medidas de apoyo contenidas en la LOE. A cambio, se ha bajado el sueldo de los profesores y se han congelado las pensiones.
Sin mejorar el sistema educativo no es posible salir de la crisis económica. No existe el ahorro en educación. La educación es siempre una inversión de futuro. El estudio y la responsabilidad de cada alumno, valores que efectivamente debemos recuperar, sólo tienen sentido en el marco de un sistema educativo también serio y responsable.Por favor, señores gobernantes y legisladores, estudien bien las partidas de los presupuestos generales del Estado.
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