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Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



miércoles, 1 de diciembre de 2021

UN AGRADECIMIENTO Y UNA REFLEXIÓN

 

                  

EL AGRADECIMIENTO

Es profundo, y va para Jesús Alcalá, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Francisco de Vitoria, todo el equipo de la UFV y sus maravillosos alumnos, por su invitación a celebrar el Día del Maestro con una presentación de la novela La Ventana y un coloquio  Todavía estoy emocionada por haber escuchado párrafos del libro en la lectura apasionada de los futuros maestros, y por la profundidad de sus preguntas.

En mi voluntad, ese libro estaba dedicado precisamente a los estudiantes de Magisterio, y ayer ese deseo se hizo realidad. Muchísimas gracias. Nunca lo olvidaré. 


LA REFLEXIÓN

 Va destinada a los padres y madres de adolescentes. Es esta:

 



CINCO HORAS EN INSTAGRAM, TRES EN TIK-TOK… ¿CÓMO ES POSIBLE?

 

Si no para en todo el día, si lo llevo y lo traigo a los deportes y extraescolares... ¿Cómo es posible que el historial del móvil de mi hijo registre ese número de horas en redes sociales?

La respuesta está en el vamping. Se denomina así a un uso excesivo de Internet durante la noche. Sí, ahí en su habitación, con la puerta cerrada y la luz apagada, el smartphone roba el sueño a nuestros hijos e hijas adolescentes.

Quizá no nos hayamos dado cuenta pero ya no lee, tarda más en hacer los deberes, tiene mucho sueño por las mañanas, rinde menos en el colegio, está muy distraída… Su cita nocturna con el vamping contiene a sus amigos, claro, pero también contiene riesgos enormes. Los conocemos, quizá no haga falta nombrarlos pero ahí van algunos: la pornografía, el sexting, el acoso escolar, el abuso, la incitación a la anorexia, los retos de riesgo… ¿Seguimos?

El consumo excesivo de Internet es consumo del tiempo de nuestra vida en asuntos que muchas veces son estupideces y ni nos van ni nos vienen. La respuesta debe ser familiar y consiste en el ayuno digital. De lunes a lunes, incluidos los fines de semana y las vacaciones, a partir de las nueve de la noche- o de la hora súper temprana que os parezca mejor- los móviles de nuestros hijos deben estar apagados y en nuestro poder. Habrá que aguantar enfados y malas caras, pagaremos el peaje de tener apagado también el nuestro, o al menos de no emplear nosotros tiempo en nuestras redes hasta que no se duerman. Seremos padres “feroces, injustos y espantosos”, pero no para siempre. Tal vez recuperemos tiempo para la familia, para vernos y escucharnos. Ellos estarán más despiertos y atentos en clase. Y los vamos a rescatar de los colmillos del vamping.

“No malgastes tu tiempo viviendo la vida de otro” es una de las paradójicas y míticas frases de Steve Jobs. Nos la dice a nosotros, claro.

He puesto al smartphone un temporizador para mis horas de navegación, y la alarma siempre me sorprende: "¿Ya llevo tanto tiempo dando vueltas a nada?"

Para celebrar mi primera semana con temporizador fui ayer a la biblioteca municipal, que está al lado de casa, y me saqué dos libros. Uno en ruso, porque yo quería aprender ruso antes de que este aparatito devorara mi tiempo. Media página llevo.

Es un reto, casi un entrenamiento olímpico. ¿Nos atrevemos?

Preparados, listos, ya.


1 comentario:

  1. Muchas gracias a ti, Carmen. Eres una auténtica fuente de inspiración y un modelo a seguir :) Un abrazo.

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