BIENVENIDOS

Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



lunes, 20 de septiembre de 2010

CIFRAS Y LETRAS

El presupuesto que destina el Gobierno de España a la educación supera por primera vez el 5% del PIB y llega al 5’1.
El curso ha comenzado con 140.000 alumnos más y 6.400 docentes menos.
Los titulados en FP de grado medio son un 38%; la media de la UE es del 52%.
El 44% de los titulados superiores españoles trabajan en puestos de cualificación inferior a sus estudios.
Nuestro nivel de desempleo juvenil triplica la media mundial - 42% de la población menor de 25 años- y se ha convertido en la mayor tasa de la UE. 7.000.000 de jóvenes españoles no tienen esperanza de encontrar un trabajo estable y empiezan a denominarse “generación perdida”.

Estas eran las cifras, tomadas de titulares de prensa y del último informe OCDE. Ahora vienen las letras.

Si es verdad que sólo vale lo que cuesta, me parece claro cuánto vale la educación para nuestros gobernantes.
Afirmo que no se puede mejorar el sistema educativo con más alumnos y menos profesores.
Quiero saber cuánto tardaremos en comprender que la formación profesional debe ser una alternativa real a la universidad.
Y sobre todo, me preocupa qué vamos a responder los profesores a los alumnos cuando nos pregunten: ¿Y todo este esfuerzo que me pides, para qué?

1 comentario:

  1. Decía Einstein que "es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia".

    Quizá suene a exceso de optimismo, pero lo cierto es que es el momento ideal para reflexionar y darle un vuelco, un giro de 180º a la educación española.

    Casualidad o no, (la gente con cabeza se inclinará por el "no"), los países más estables y admirables social, política, económicamente, etc. son los que más invierten en educación.
    Mientras en España nos conformamos con cambiar las leyes para que en las encuestas no aparezcamos en la cola del fracaso escolar -sin resolver de verdad el problema de fondo- en el resto de países donde mirarnos invierten realmente en educación.

    ¿Por qué no aprendemos entonces? No he conseguido aún encontrar una respuesta que no se escape a mi lógica y coherencia. Porque como dice un amigo mío, "lo fácil es hacer las cosas de forma sencilla, lo complicado es hacerlas de forma compleja".

    Así que, ¿no sería lógico y evidente invertir en educación en lugar de disfrazar las encuestas?

    El problema de fondo son los valores. Tengo la impresión, desde mi humilde experiencia, de que los padres tienen demasiada culpa en cómo son los jóvenes hoy en día. Podemos echar la culpa a la televisión, pero no conozco ni a una sola persona bien educada en valores que no pueda ver la televisión y que eso afecte a su comportamiento.

    En otras palabras, invertir en valores y en educación es lo sencillo, lo lógico, pero paradójicamente lo que no hacen los que tienen tal responsabilidad...

    Sigo sin encontrar una explicación coherente... quizá Carmen Guaita me puede ayudar...

    ResponderEliminar