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miércoles, 1 de febrero de 2012

Sobre la función social





La enseñanza pública no puede perder su función social porque no la tiene añadida, como si “lo social” fuera un plus de realidad sobre un constructo metafísico, o un sombrero que se pone y se quita. La enseñanza pública ES su función social.

Este modelo de enseñanza, sostenida económicamente por todos los ciudadanos para garantizar la igualdad de oportunidades de todos, puede estar ausente, no existir, como sucede en el marasmo de los países más pobres; o puede desaparecer asfixiada por la competencia de lo privado, si quienes son responsables de ella olvidan que Einstein, Patarroyo o Mandela nacen a diario en pueblos y barrios donde no le conviene invertir a una empresa.

Pero si existe, desempeña una función social, como su aspecto constitutivo, esencial. Sin embargo, en el modelo de la enseñanza privada, absolutamente respetable, la esencia es la rentabilidad empresarial.

Precisamente porque la enseñanza pública no puede perder su función social, es objeto de confrontación ideológica; y porque no puede perder su función social, es imprescindible cuando hay Constitución, derechos, deberes y política democrática.

Sin embargo, la política sí puede perder su función social. Hay ejemplos dramáticos en los libros de historia e incluso en las cabeceras de los telediarios.

Según la última encuesta del CIS, la clase política en España constituye la tercera preocupación de los ciudadanos. En el comienzo de una legislatura, ante una gravísima crisis económica y de valores, nuestros políticos de todos los signos deben hacer – hoy mejor que mañana- un ejercicio de autocrítica severa, una renuncia clara a la corrupción, una apuesta expresa por la ejemplaridad y contra la prepotencia. Deben situar el bien común por encima de cualquier otro interés porque - avergüenza tener que recordarlo - para eso los hemos puesto donde están.

Si la escuela pública pierde su función social es porque ha muerto ella misma. Pero si la política pierde su función social, quien muere es la democracia. 

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