ALGO SOBRE EL ALMA
Alma se tiene a veces.
Nadie la posee sin pausa
y
para siempre.
Día tras día, año tras año
pueden transcurrir sin ella.
A veces solo en el arrobo
y
los miedos de la infancia
anida por más tiempo.
A veces nada más en el asombro
de
haber envejecido.
Rara vez nos
asiste en las tareas pesadas,
como mover
muebles, cargar las maletas
o recorrer
caminos con zapatos apretados.
Cuando hay
que cortar carne o llenar solicitudes,
generalmente
está de asueto.
De mil
conversaciones
toma parte
sólo en una,
y no necesariamente,
pues prefiere el silencio.
Cuando el
cuerpo nos empieza a doler y doler,
escapa
sigilosamente de su hora de consulta.
Es algo
quisquillosa:
con disgusto
nos ve en la muchedumbre,
le repugna
nuestra lucha por supuestas ventajas
y el rumor
de los negocios.
La alegría y
la tristeza no son para ella
sentimientos
distintos.
Sólo cuando
se unen está presente en nosotros.
Podemos
contar con ella cuando no estamos seguros de nada
y tenemos
curiosidad por todo.
De los
objetos materiales le gustan los relojes con péndulo
y los
espejos que trabajan afanosos aunque no mire nadie.
No dice de
dónde viene ni cuándo se irá de nuevo,
pero
evidentemente espera esa pregunta.
Según
parece, así como ella a nosotros,
nosotros a
ella también le servimos de algo.
Wislawa Szymborska (1923-2012) Premio Nobel de Literatura 1996. Alma de Polonia. Gracias por haberme hecho tan feliz.
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