Está circulando por Youtube el
video de una quinceañera que enseña a las chicas a maquillarse para
salir de noche cuando ya están borrachas. Son unos minutos tristísimos que reciben miles de visitas de nuestras alumnas de ESO, seguramente para reírse
de esta chica o tal vez – y es tremendo pensarlo- para imitarla. El resumen del
video es que tal esfuerzo no conduce a nada porque la imagen está estropeada
desde antes de empezar. No sé por qué lo he recordado después de leer el
dictamen del Consejo de Estado sobre la LOMCE.
El Consejo de Estado ha elaborado
un informe muy riguroso y serio, lleno de propuestas valiosas y
bienintencionadas para mejorar la ley. Ha hablado de la falta de financiación,
de la indefinición entre las materias troncales y específicas, de la confusión
en las competencias entre los diversos niveles de la administración, de la
posibilidad real de que muchos alumnos no se acerquen nunca a materias importantísimas –Educación Artística, Cultura
clásica, Música, Tecnología…-, de la indefinición en las evaluaciones externas,
de los desbarajustes en la promoción y en las reválidas, de la mala distribución del
bachillerato, de la falta de flexibilidad en FP, del perjuicio consciente a la
enseñanza pública, del exceso de atribuciones a los directores, de la ciudadanía y la ética, de la enseñanza del castellano…
El Ministerio hará uso de su potestad
para tener o no en cuenta estas recomendaciones antes de que el anteproyecto
comience su trámite parlamentario. No creo que se deba engañar al profesorado afirmando que es posible retirar la ley en estos momentos, no hay ya huelga que lo
consiga. Va a entrar en el Congreso y es la hora de la responsabilidad política. Si el Gobierno opta por no tener
en cuenta las recomendaciones del Consejo de Estado- y todas las que estamos
haciendo las organizaciones responsables- la LOMCE saldrá seguramente a la
calle pero desarreglada, penosa, estropeada antes de empezar, como la
chica del video.
El
Consejo de Estado deja claro que si la LOMCE nace sin el consenso adecuado, morirá joven. En
este sentido, pide que se procure este clima de consenso si de verdad se
persigue una mejora de la calidad educativa. Yo creo que este consenso entre
todas las fuerzas políticas y sociales es imperativo para legislar sobre educación. Me cuesta pensar que el
Gobierno quiere sacar adelante una ley mal hecha por el simple gusto de
promulgarla, a sabiendas de que será sustituida en la próxima legislatura por
quien llegue a mandar. La LOMCE tiene que cambiar mucho en su paso por el Congreso y el Gobierno está obligado a pactarla. Despreciar el consenso es un juego tan absurdo y triste como ese tutorial de maquillaje.
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