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Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



viernes, 11 de noviembre de 2011

VAMOS A HABLAR DE LA BUROCRACIA

La Programación General Anual, el Plan de Acción Tutorial, la ficha individualizada de cada alumno y la ficha general de cada grupo por aula, la programación de actividades de acogimiento, la programación anual de aula, la documentación trimestral para la entrevista general con familias y para la entrevista personal con cada familia, las actas de las reuniones de ciclo y de la Comisión de Coordinación Pedagógica, las fichas de evaluación individual y global, el Informe de evaluación trimestral individual y global, el Informe de evaluación anual individual y global, la  ficha personalizada de alumnos con refuerzo educativo, las medidas, pautas, seguimiento y control de las entrevistas con padres, la ficha personalizada de alumnos con adaptación curricular significativa y no significativa, la documentación individualizada demandada por los equipos de Orientación y Equipos de Atención temprana, la programación previa y la justificación de las actividades extraescolares, el acta de cada reunión con los equipos de orientación y de atención temprana, reuniones del Consejo escolar, revisión, aportación de documentos e informes de los miembros de la comunidad escolar, la Memoria Final de curso por tutoría, ciclo y comisión pedagógica, la evaluación de centro, el Plan de Acción Tutorial…
Se me acaba el espacio, me quedan todavía dieciocho documentos más por nombrar y no he llegado a la Secundaria, así que voy a resumir este caos en una sola frase: ¡Hasta aquí hemos llegado!
Nadie ha demostrado la utilidad de esta avalancha burocrática para mejorar la calidad del trabajo docente. Por el contrario, conozco muchísimos centros ahogados por el intervencionismo administrativo, y a miles de profesores desbordados que, para cumplimentar informes, restan tiempo a la atención a sus alumnos y a la preparación real de sus clases. Agentes de una de las profesiones más creativas, están obligados a ceñirse a programaciones cerradas y no tienen apenas espacio para la imaginación.

Sin embargo, la autonomía, la creatividad, la flexibilidad, la adaptación a las circunstancias concretas de los alumnos y a las posibilidades de innovar que ofrece la actualidad cotidiana son grandes valores de la docencia. Cuando se pueden llevar a la práctica, aumenta la motivación porque la posibilidad de desarrollar la vocación mejora la aptitud. Y lo que transforma a un centro en innovador y activo no es una tonelada de documentos sino la suma del esfuerzo, la creatividad y el tiempo de las personas que lo constituyen.

En realidad, esta ingente cantidad de papeleo obedece a una tendencia que ha ido en aumento: la del control administrativo de la docencia hasta en sus pormenores más ínfimos. Todo lo que se hace en el aula debe estar controlado, supervisado, registrado, no como garantía de calidad de las prácticas educativas sino como una demostración de fuerza de la propia administración. Tal vez se hace presente de esta manera para justificar su ausencia cuando hay que sustituir bajas, completar plantillas o dotar de recursos.

Una de nuestras grandes paradojas es la difícil interacción entre el marco general de la política educativa,  tan disperso, y el marco cercano de la labor docente, tan intervencionista. La burocracia no es más que la desconfianza del sistema en la capacidad de los centros para gestionar su autonomía pedagógica y organizativa, sujeta, evidentemente, a la rendición de cuentas. Es también la desconfianza en el valor de cada docente en concreto, en su profesionalidad, en su creatividad y en su entrega. Por supuesto, existe una tercera clase de desconfianza, esta vez por parte de los propios claustros: la de que alguien esté interesado realmente en esos documentos, los valore y los lea.
Mejorar la calidad del sistema educativo implica, entre otras muchas cosas, reducir al mínimo indispensable la elaboración de informes, planes, programaciones y otros documentos y primar la dedicación específica a la docencia. Se trata de hacer,  y no  de perder horas y horas en escribir lo que se puede hacer o no.

Puede discutirse si disminuir el número de tareas burocráticas de los profesores va a mejorar el rendimiento académico de los alumnos, pero lo indiscutible es que vamos a atenderles más y mejor, vamos a poder dedicarnos más específicamente a quienes lo necesiten y vamos a desarrollar mejor nuestras propias potencialidades como creativos del conocimiento. 

Estoy segura de que una de las soluciones para nuestros problemas es potenciar tanto la imaginación como el rigor de los profesores. Me gustó escuchar, en la conferencia inaugural del Congreso Educared, al gran Ferrán Adriá afirmando que la solución a la falta de recursos es la creatividad y exponiendo para ella esta receta: pasión por lo que se hace, riesgo, afán por compartir, tiempo y libertad. 

Los docentes ya ponemos la pasión, las ganas de compartir y el riesgo. Necesitamos que nos concedan un poco más de tiempo y libertad. 

Por cierto, disminuir esta cantidad de papeles no cuesta dinero. 

Por favor, vamos a hablar de la burocracia.


2 comentarios:

  1. Fco. Javier Repilado12 de noviembre de 2011, 1:08

    Y una forma de hacerlo es luchar con las mismas armas. Así que: (perdona Carmen, pero el asunto está de actualidad) no aprobemos las PGAs pues incluyen unos horarios que se "saltan" la normativa vigente.
    Un saludo

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  2. Tienes toda la razón, Carmen.
    Es como un afán de convertir al maestro en una máquina perfectamente previsible de enseñar.
    Y en las Secretarías, donde hay un profesor" desperdiciado" como docente haciendo tareas administrativas para las que no está preparado ni motivado, ocurre lo mismo: un montón de documentos que deben hacerse y firmarse en un montón de sitios, como si no bastara una sola firma al final, documentos que nadie ve y que se archivan durante años para ser destruidos al final... Cuánto tiempo perdido que podría estar dedicado a la docencia creativa...
    Me alegra que alguien saque este tema.
    Un beso grandote.

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