A QUIENES NOS CONTAGIARON DE LO HUMANO

El contagio de lo humano es el título del prólogo genial que Fernando Savater ha escrito para mis Memorias de la Pizarra.
La presentación del libro el pasado martes 29 fue, tal como yo quería, un homenaje a la docencia, porque contó con la presencia de seis de los maestros que confiaron en mí sus recuerdos y de muchísimos profesores. Adjunto aquí un enlace que lo comenta y también el video del maravilloso coro del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid que quiso acompañarnos.

http://www.sanpablo.es/blogesditorial/?p=1056

En este final de un curso tan amargo, me gustaría abrir en este blog un espacio para recordar a las personas que nos contagiaron lo humano.

Me ha dado la idea este mensaje que he recibido de mi amiga Palmira Cámara, secretaria de comunicación de FSIE:


Esto sucede en torno a los años 70  ya que yo tenía unos 15 años.  Mª Nieves, ese es su nombre, fue profesora mía de Latín y Griego en 3º,4º y 5º de Bachillerato.  En 6º suspendí Latín y tuve que cursarlo al mismo tiempo que hacía COU.  Durante ese año me dio clases particulares de Latín en su casa, en la Gran Vía de Madrid y se inició una relación de cariño estupenda .  Cuando acabé mi carrera entré en mi colegio como profesora de Filosofía y la que fue mi profesora pasó a ser mi compañera, al menos, durante 16 años de los 26 que yo he ejercido la docencia.  Pues bien, ( ahora viene lo bueno) Mª Nieves ha estado mandándome desde que me dio clase particular ( 15 años), hasta hace un año aproximadamente, (por Navidad, por mi Santo y por mi cumpleaños) sin faltar ni una sola vez.  Una semana antes de que llegara la fecha indicada ya tenía en mi buzón su felicitación.  En Navidad, la suya era siempre la primera y siempre la colocaba en el mejor de los sitios.

El otro día y ante los Maestros protagonistas de tu libro me di cuenta que estaba en falta con Mª Nieves ya que yo, la mayor parte de las veces no le correspondía.  He tomado la decisión que, en breve, le mandaré una carta de agradecimiento por su fidelidad durante tantísimos años y para que sepa que desde mi silencio he valorado con asombro lo que es el cariño verdadero.  Entiendo que ha dejado de mandarme las felicitaciones porque ya es muy, muy mayor. Siempre que llegaban las cartas a mi casa les comentaba a mis hijos ¡ ya ha llegado!.

 Bueno, creo que es una experiencia preciosa, significativa y muy ejemplar para mi vida.

Este mundo que está en nuestras manos nos ha sido dado por quienes lo recibieron antes que nosotros. De alguna manera, ellos se esforzaron en mejorarlo. Nuestra tarea ahora es mejorarlo a su vez para transmitirlo a los que van a poseerlo en el futuro. Yo respiro de ese agradecimiento a mis maestros y formar parte de su gremio es uno de los mayores honores que he tenido en la vida.

Y a ti, ¿quién te contagió de lo humano?