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Bienvenidos a esta sala de profesores. Gracias por compartir conmigo las ganas de pensar sobre educación.



domingo, 16 de enero de 2011

LOS CHICOS CON LAS CHICAS




Para recordar que el título de este post es también el de una canción hay que tener ya unos añitos. Yo me sé la canción entera. Pertenezco a la generación convencida de que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos. Esta es la consecuencia de haber estado separados unos de otros durante la infancia y la primera adolescencia, que es el tiempo de la amistad, y no haberse encontrado hasta la juventud, el tiempo del amor. Me parece que esa socialización parcial nos ha mutilado en algún aspecto.
Yo defiendo la coeducación. Me han reafirmado en esta defensa mis propios hijos, que comparten con toda naturalidad el mundo real con sus habitantes reales: hombres y mujeres.

Creo que en este tema debemos tener en cuenta tres puntos:

1. La educación no consiste solamente en el progreso intelectual y académico, también en el progreso social y personal. El mundo no es un colegio de chicas con profesoras, o de chicos con profesores; es un lugar en el que poner en práctica la tolerancia y el respeto a los demás, y esto se aprende mejor cuando la escuela refleja la sociedad en que se va a vivir.

2. Los estudios que se esgrimen para favorecer la educación diferenciada basándose en la mejora de resultados son incompletos cuando no pseudocientíficos. Se nos dice, por ejemplo, que "los chicos de Iowa progresaron espectacularmente" cuando se fueron las chicas de clase. Si no han intervenido otras variables como la ratio, el diseño y contenido de las enseñanzas o la preparación del profesorado, si solo se trata de evitar lo que "molestamos" las chicas, estamos volviendo a los viejos tiempos de Eva y la manzana. ¡Es puro machismo!

3. Si se realizan estudios serios y se comprueba que la educación diferenciada es positiva, entonces debe ofrecerse como opción para las familias - en garantía de la libertad de elección de los padres- pero en las dos redes, en los colegios públicos también, y no solo en los privados. Porque da la impresión de que esa libertad de los padres, que en verdad es un derecho, esconde a veces la libertad de algunos centros para escoger y seleccionar a sus alumnos. Y eso no pueden sostenerlo los fondos públicos, que son los que pagamos entre todos, no se olvide.

Mejor dejar a los chicos con las chicas.

1 comentario:

  1. Parece que el péndulo está llegando al otro lado. De la descarada discriminación por razón de sexo que había a la eliminación de toda diferencia. No es para tanto. En algunos países han equilibrado la cosa. Nosotros no sabemos. Soy un tanto escéptico en cuanto a que nuestro ¿sistema educativo? logre equilibrio en nada. Cualquier persona que trabaje en educación sabe que la maduración sigue distinto ritmo en mujeres y hombres, aunque al final puedan llegar al mismo destino. Los experimentos tipo Iowa, aislados y sin contextualizar perfectamente, nos pueden llevar a conclusiones estúpidas.
    No es para tanto...
    Santiago el Mayor

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