Mercedes Sosa, Gracias a la vida.
En un cuento que pertenece a su colección de aforismos titulada “Él”, Frank Kafka escribe: Él tiene dos adversarios, el primero le presiona desde atrás, desde su origen. El segundo le bloquea el camino hacia delante. Él lucha contra ambos. Este es nuestro retrato. Empujados hacia delante por la vergüenza de los errores pasados, empujados hacia detrás por el miedo que nos causa la incertidumbre del futuro, ponemos los pies en el presente, ese tiempo y lugar donde habita la esperanza. Y contra el viento del ayer y la marea del mañana, estamos invitados a amar ese presente, que es vida. Amar la vida incluso cuando el camino se empina, cuando nos pueden el cansancio y el desánimo, cuando las cosas se ponen difíciles y no podemos susurrar, cara a la brisa: ¡Esto es vida!
Amar la vida, agradecerla como el tesoro que es, requiere viajar hacia el interior, hacia la propia esencia, descubrir nuestra individualidad y apreciar nuestro estar en el mundo en un lugar y un momento concretos, rodeados de otros que también son únicos e insustituibles.
Heidegger, el gran
metafísico del siglo XX, dice que para cada uno de nosotros ser es estar aquí ahora, únicos, irrepetibles, distintos de quienes nos
antecedieron y de nuestros descendientes. Esa ineludible personalidad otorga significado
a nuestra vida. Somos diminutos eslabones en la cadena de la humanidad, pero
indispensables en el ahora concreto en que debemos desenvolver nuestras
capacidades: hijos de nuestros padres, padres de nuestros hijos, amores de
nuestros amores, amigos de nuestros amigos, significantes para quienes nos
conocen. Cada vez únicos e imprescindibles, porque todos lo somos en este
instante presente para que la realidad sea tal como es. Comprender esto es la
clave para amar y agradecer la vida. Y es una clave espiritual. El propio
Heidegger dice que el espíritu no es la agudeza ni el ingenio, ni el intelecto
ni la razón. Dice: Tiene espíritu quien
se decide originariamente, templado y consciente, por acercarse a la esencia
del ser. Ese acercamiento esencial es el amor a la vida. Un amor templado y
consciente, una decisión, un encuentro. Casi nada.
Vista desde ese núcleo interior, la vida es maravillosa. En ella caben la felicidad y el sufrimiento, el amor y la soledad, la noche y el día, el desierto y el vergel, las sonrisas y las lágrimas, los nacimientos y las pérdidas. La vida está siempre abierta, siempre llena de nuevas posibilidades, siempre apelando a nuestras capacidades, siempre llena de esperanza, obligándonos a construir nuestro proyecto de ser, a tomar decisiones, a hacerlo mejor, a volver a empezar.
Si fuésemos conscientes del poder del aquí y ahora, nuestros pasos dejarían de sentir los impulsos contrarios de la vergüenza del pasado y el miedo al futuro para afianzarse en la pura vida, en el instante presente.
Así que ahora mismo,
venga, vamos a mirar alrededor. Porque hay mucho amor en el mundo, hay muchos
héroes, muchas personas de bien empeñadas en poner su grano de arena en lo de
“Venga a nosotros Tu Reino”. La escuela es un mirador privilegiado para
observarlos. Ellos son quienes hacen avanzar la historia, aunque los libros se
detengan más en contarnos las guerras, y los noticiarios sientan fascinación
por los tiranos. Así que, mientras caminamos
empujados por las fuerzas contrarias del pasado y el futuro, nuestros pasos
pavimentan un sendero de esperanza y el lápiz de nuestra vida dibuja
encuentros. Bien podemos susurrar, cara a la brisa: “Gracias a la vida”.
Asi es, el empuje del pasado con el muro del futuro, en medio tenemos el presente y la vida. Aprovechemosla que es maravillosa en las penas y las alegrias. Sobre todo y lo mas importante, amor, esa creo que es la clave, acompañado de esperanza.
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen.
Asi es, el empuje del pasado con el muro del futuro, en medio tenemos el presente y la vida. Aprovechemosla que es maravillosa en las penas y las alegrias. Sobre todo y lo mas importante, amor, esa creo que es la clave, acompañado de esperanza.
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen.
Asi es, el empuje del pasado con el muro del futuro, en medio tenemos el presente y la vida. Aprovechemosla que es maravillosa en las penas y las alegrias. Sobre todo y lo mas importante, amor, esa creo que es la clave, acompañado de esperanza.
ResponderEliminarMuchas gracias Carmen.